domingo, 17 de abril de 2011

El más grande negocio piramidal

De alguna manera todos sabemos cómo funcionan los negocios piramidales. Persona que entra al primer nivel, persona que trabaja en beneficio de otra de mayor jerarquía, un nivel 2, ambas teniendo ganancias. Hasta no acumular ciertos “puntos”, le persona del nivel 1 asciende, haciendo ascender probablemente a la del nivel 2 a un nivel 3, y así sucesivamente hasta llegar al nivel n, donde n representa al dueño del negocio. Empresas famosas por sus catálogos de ropa, zapatos, perfumes, etc., son bien conocidas y mucha gente se gana la vida por medio de este tipo de pirámides.

Pero pensemos en otras pirámides de mucha mayor importancia, que cualquier otra se queda ridiculizada ante el poder económico que tienen y a su gran extensión alrededor del mundo. Estas mega-pirámides se han creado a lo largo de los siglos, se han desarrollado gracias a la gran ignorancia de la gran mayoría de las personas, se han enriquecido sin pagar impuestos, tienen poder político descomunal, protegen a todo tipo de personajes (desde politiquillos hasta narcotraficantes e incluso pederastas), y por si fuera poco han desviado todo tipo de creencias a su conveniencia inventando todo tipo de milagros.

Por si no han adivinado a qué tipo de pirámides me refiero, desde luego que son las religiones. Esencialmente me refiero a aquellas que han “movido” al mundo y dominado todo tipo de intereses en nombre del cristianismo. Y si concretamos en alguna en particular, desde luego que se trata especialmente la católica (¡otras no se quedan atrás!).

Veamos. Si bien una parte de las aportaciones “libres de impuestos” que hacen los creyentes se destina a ciertas obras “sanas”, la mayor parte se va a los siguientes niveles, hasta llegar al gran concentrador: la Basílica de Guadalupe, el mejor representante de recaudación de dinero en México para el Vaticano. Y no mencionemos los acuerdos y grandes ganancias que deja el trío estado-iglesia-narco.

Si bien los conquistadores impusieron a base de pena de muerte una religión, no conforme con esto durante las colonias se mataban indígenas si no se entregaban bienes económicos y que no podían disfrutar los esclavos, perdón, los indígenas en su propio beneficio por la “genial” idea de que son, perdón de nuevo, (es que ya no sucede actualmente, no sé que pensé) eran animales y no merecían vivir. Y habiendo gente con plena conciencia de los abusos, tenían que doblegarse ante el poder y permitir una serie de atrocidades. (Recomiendo la película de La Misión, con Robert De Niro.)

Semejante poder siguió en el “México Independiente” hasta que Benito Juárez puso un alto con las Leyes de Reforma. Las leyes específicas fueron: 1) ley del registro civil, 2) se deja de pagar el subsidio a las iglesias, 3) libertad de cultos para cualquier credo, 4) cierre de conventos y monasterios, 5) desaparición del fuero eclesiástico y supresión de los votos religiosos y 6) nacionalización de todos los bienes de la iglesia católica. Pero, (¡no podía faltar el pero!) Porfirio Díaz desbarató con la mano en la cintura el trabajo de Juárez y así, ambos, Díaz e iglesia se apoyaban mutuamente. Y para rematar, digo, nunca falta el que acaba de echar a perder lo poco sano que había, llega Salinas de Gortari que les regresa todos los privilegios a los obispos convirtiendo a la iglesia en el nuevo “educador oficial” en México. Y solo pensemos en cuántas universidades, colegios y escuelas de todos los niveles educativos tienen por dueños personajes de la iglesia (y disculpen si alguno de ustedes es egresado de una de esas universidades, pero su dinero fue a dar al Vaticano). Se dice que la iglesia le tuvo miedo a López Obrador (el nuevo Juárez) y apoyó (digo, me equivoqué nuevamente, quise decir: negó) el fraude del 2006 junto con el PAN. (Disculpen nuevamente este “lapsus”, pero todo tiene que ver.)

¿Y la pirámide? ¡Por eso! Hay muchas bases que mencionar para saber cómo es que semejante pirámide no se destruye con el tiempo, como no es el caso de las de Egipto... Que por cierto, se sabe que la gran pirámide (la de Keops) tenía un pico de oro (o algo parecido), pues en nuestra mega-pirámide religiosa también existe uno: el Papa y los cardenales. ¿Quién elige al Papa? Los cardenales. ¿Quién elige a los cardenales? El Papa. Bonito círculo vicioso, ¿no? (me equivoqué otra vez, quise decir: bonito pico de oro).

¿Y porqué justo hoy se me ocurre decir todo esto? Porque hoy inicia por tradición las grandes festividades relacionadas a la Pasión de Cristo y hoy es un buen día para tomar un poco de conciencia, que se sepa el teje y maneje del poder religioso y que no aporta nada de religión, no aporta nada de espiritualidad (que yo creo que eso es algo vetado para quienes se escudan en la fe para abusar de la ignorancia de la gente), no aporta nada sano cuando se sabe el tipo de crímenes cometidos (solo recuerden la “santa inquisición” y la práctica de la pederastia), no es nada.

Jesús nunca fundó una religión, ni mucho menos una iglesia. Y peor aún, ¿quién dijo que los Papas son los sucesores de los apóstoles? Entre las malas traducciones de los evangelios; entre las manipulaciones de Roma, particularmente por el obispo Ireneo, para formar el Nuevo Testamento (porque no solo eran 4 los evangelios, ¡eran más de 30!); entre la ignorancia (lamentable) de nuestra gente; entre otras cosas innombrables (bueno, sí tienen nombre, pero son palabrotas); entre la corriente donde aparecen los peces fluyendo en el agua...; entre muchas más...

Si al menos (no solo los del pico de oro) entendieran que tienen que cambiar para servir al mundo... Bueno, creo que pedirle peras al olmo ¡es imposible!

Acaben de disfrutar el domingo de ramos...

1 comentario:

  1. Definitivamente es pedirle peras al olmo.

    Esa pirámide es prácticamente indestructible, al menos desde la óptica de la iglesia.
    La iglesia tiene el poder para debilitar y diluir casi cualquier organización o movimiento en su contra.
    Y si te das cuenta son muy pocas las personas que en verdad se interesan en el tema de descubrir la verdadera cara de la iglesia.
    En lo personal me da miedo la facilidad con la que la iglesia borra partes de la historia o peor aún, las reescribe a su mera conveniencia.

    Actualmente la iglesia simplemente es un negocio utilizado para aprovecharse de la fe de la gente y llenar sus arcas. Tener un pueblo pobre e ignorante le conviene tanto a los políticos como a la iglesia (no es casualidad que se lleven tan bien). Unos les ofrecen una vida mejor que incluye una despensa, una gorra, una matraca y una bolsa para el mandado; los otros les garantizan un lugar en el cielo. ¿Quién da más?

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